- 1 de Septiembre de 2008 -
( Mandal-Strand 255 Kms )
Mandal sigue la linea de las demás ciudades que hemos visitado hasta la fecha en Noruega. No defrauda. Sitio pequeño, ambiente tranquilo, casitas de madera, calles tranquilas. Casi con Stavanger es el núcleocon mayor número de casas blancas que nos hemos encontrado en el país nórdico.
Desayuno tranquilo y comienzo del día dirección a Stavanger. Nuestros planes es llegar a última hora de la tarde allí para pasar la noche y el día siguiente.
La mañana se presenta despejada a primera hora, y empezamos la etapa visitando Lindeness, el punto mas al sur del país. Un faro otea el horizonte en busca de barcos a los que guiar en su viaje por aguas nórdicas.
Estos noruegos son diferentes. El faro esta abierto, no hay nadie e incluso puedes subir al mirador que hay en la parte alta de su torre. Esto es alucinante. El paisaje es una pasada. La verdad es que la costa es muy diferente a lo que había visto hasta ahora. Yo, que soy de ciudad con mar, y costa abrupta, me sorprende la cantidad de islotes de roca que se dispersan a lo largo del mapa de noruega.
Tras quedar cautivados por el encanto solitario de este faro, continuamos ruta hacia Flekkefjord. Decidimos ir por la costa, aunque sean algunos kilómetros más. Cruzamos Josinfjord y el recorrido de la carretera se empieza a hacer sinuoso, alejándonos y acercándonos al mar. Subidas, bajadas, lagos, fiordos. En fin, paisajes, paisajes y mas paisajes.
Se empieza a notar que dejamos el sur, por que empieza a asomar la montaña, que hasta día de hoy parecía escondida.
Paseo y comida en Flekkefjord. Nos recibe la lluvia al llegar a este pequeño pueblo. Su iglesia de planta octogonal es muy curiosa, y sus calles, una vez más merece la pena pasearlas.
Bueno, nuestra meta de hoy esta cerca. Stavanger nos espera.
El tiempo empeora por momentos. La lluvia es desde hace rato compañera inseparable de viaje. Vemos en el camino una indicación a Preikestolen, y tras dudar decidimos cambiar rumbo y desviarnos allí. Nuestra decisión, aunque aun no lo sabemos, va a ser acertada. Tras meditar el cambio de planes, pensamos que así tendríamos dos posibles intentos de afrontar la subida al púlpito en caso de mal tiempo.
Esa noche la pasaremos en el camping del Preikestolen, y la verdad, no con muchas esperanzas de poder subir ya que el parte meteorológico da lluvias para todo el día de mañana.
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