- 21 de septiembre de 2009 -
( Flam )
No hemos madrugado excesivamente. Aunque la idea del viaje era relajarnos un poquito y descansar, al venir con Alvaro y Gema aprovechamos para enseñarles un poco de Noruega ya que ellos no conocen nada. Han dado lluvias por la mañana, y tarde en calma. Nos quedó la duda en el primer viaje de como sería el Flamsbana ( tren de Flam ) sin tanto turista. Ahora, en septiembre, el flujo de visitantes a Noruega disminuye notablemente, y en Flam se hace notar más si cabe, ya que los cruceros dejan de atracar en su muelle. El día 28 de septiembre esta previsto que atraque el último de este año.
Hablamos con Anders ( el dueño de la casa ) y nos comentó que en Flam, durante el invierno, son 200 habitantes. En verano, con la llegada del turismo reciben cerca de 800.000 visitantes. Ese año habían llegado 120 cruceros al puerto de Flam. El pueblo se desvirtuaba demasiado, ya que, nos contaba, era buscar el dinero, dinero y más dinero del turista.
Hemos decidido que esta tarde vamos a hacer el recorrido de Flam a Myrdal en el tren que sale a la 17:30 horas. Son cerca de 50 minutos de recorrido. Tras informarnos si hay algún problema en acceder al tren con la silla de ruedas, nos confirman que no. Disponen de rampas metálicas que acoplan a la entrada del primer vagón del tren, de manera que cuando este para en la cascada Kjosfossen, la persona que no puede bajar del vagón, la ve perfectamente a través de la ventanilla.
Los colores del otoño tienen su encanto, y aunque las "postales" que se ven siempre de Noruega son verdes con cielos azules, esta época también sorprende por la gama de colores cálidos que envuelven el paisaje. Distintos verdes, amarillos, ocres, rojizos...
Tras llegar a Myrdal, a 867 metros de altitud, bajamos del tren para estirar las piernas un poquillo y descender hasta Flam en el siguiente. En condiciones normales, no es habitual hacer trayecto de ida y vuelta de este recorrido turístico peculiar.
En verano, mucha gente que viene por libre a Noruega se encuentra con largas esperas para hacer este recorrido, ya que los cruceros que llegan a Flam, ocupan casi todas las plazas diarias de que dispone este tren. En época estival es conveniente reservar con antelación si se tiene pensado hacer este trayecto, aunque creo que para grupos menores de 10 personas no se puede hacer reservas.
Muchos viajeros que han visitado Noruega, opinan que este tren "turístico" no merece la pena y que esta muy desvirtuado por la cantidad de gente. Quizá tengan parte de razón. Si que el verano trae una cantidad ingente de viajeros y no se ve el paisaje de la misma manera. Nosotros hemos tenido la suerte de conocerlo en dos épocas del año diferentes, y es verdad que el cambio de perspectiva, sin el agobio de turistas, es considerable. Para mi, merece la pena.
El descenso hacia Flam nos vuelve a situar en Kjosfossen, después de pasar por Reinunga, penúltima estación antes de Myrdal, y lugar lleno de cabañas para el que sueña con alejarse de la civilización en unas vacaciones tranquilas.
Esta ya atardeciendo y llegamos a Flam. Aprovechamos para dar un tranquilo paseo por las tiendecitas de souvenirs. Ahora, a casita y un poquito de tranquilidad hasta la hora de la cena.
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